AHHH QUE CANDIDATOS TENEMOS?

  En realida nunca e podido entender porque nuestros candidatos presidenciales, son una especie sacadas de una novela  de misterio, mesclado con terror. en la historia guatemalteca, nos hemos topado con cada personaje que ni el mismo diablo los quisierea en las arcas del infierno, ( diria con estos ni a la esquina, ya que me pueden quitar el chanse) pero aqui no, aqui son candidatos presidenciales es mas unos llegan a ser el mandatario de esta gran nacion, a veces pienso que ellos no son los culpables, sino nosotros los mismos ciudadanos que nunca nos ponemos a investigar a cada personaje politico, a ellos que quieren un puesto en el gobierno, nos conformamos con lo que ellos nos puedan decir, ( si dicen que son univiersitarios se los creemos) nadie investiga de donde sacaron su dinero de la campana, de donde poseen los bienes materiales, y los de su familia, siempre dejamos eso para el futuro, pasado los cuatro anos, biene el reclamo nacional, ( ya sabia que era un ladron, un inepto, una basura, ve solo a su familia ayudo,  tenia razon la guicha cuando decia que ese solo a componer su cituacion economica quieria llegar, ) pero esas escusas suenan y sonaran siempre que nosotros como pueblo lo dejemos, hay que investigar,  hay que rascar en la hoja de vida de cada personaje politico, para saber si en realidad es apto no simplemente solo llega para lo mismo.

 

El 24 de junio,la periodista LUISA REINOLDS comenso  a llamar a Francisco Cuevas, jefe de relaciones públicas del Partido Patriota (PP) en no menos de 20 ocasiones para solicitar una entrevista con Otto Pérez Molina en la cual quería cuestionarlo sobre el papel que jugó como comandante de la Fuerza de Tarea Gumarcaj en el área Ixil, en 1982-83.

Inicialmente, Cuevas dijo que el presidenciable del PP se encontraba en un lugar inaccesible del interior donde su celular no tenía señal y no se le podía contactar, luego que tenía una agenda muy apretada…un mes después sigo esperando esa entrevista.

Qué curioso, cuando Pérez Molina sabe que quieren preguntarle cuál era su juguete favorito de niño, cómo se llama su mascota o algún otro tema insulso e intrascendental, su teléfono tiene una señal impecable y se muestra solícito y disponible.

Pero cuando sabe que alguien quiere hablarle sobre crímenes de guerra "se hace la bestia" como se dice comúnmente. Y digo crímenes de guerra porque si bien es cierto que fue en un contexto de guerra que se cometieron las masacres en la región Ixil, la guerra tiene reglas, entre ellas el respetar la vida de civiles no combatientes. el dia de ayer a cuatro ex kaibiles se les dijo la sentencia, la pregunta que estara en aire donde esta rios y otto, como cobardes de la juventud se escondieron detras de un fucil, es hora que se pongan por un rato los pantalones, y den de una ves la cara.

Estas son algunas de las preguntas que Pérez Molina no quiere contestar:

1. Los documentos del Plan Sofía muestran que usted fue uno de los comandantes de la Fuerza de Tarea Gumarcaj, ¿cuáles eran sus responsabilidades en esa fuerza de tarea?

2. ¿De quién recibía ordenes en esa fuerza de tarea? ¿Quiénes eran sus superiores inmediatos?

3. En el municipio de Chajul, donde operaba esa fuerza de tarea, 26 aldeas fueron destruidas. ¿Participó en esos hechos?

4. ¿Cómo justifica el hecho de que la fuerza de tarea a la cual perteneció haya asesinado a poblaciones civiles desarmadas?

5. ¿Por qué un documento desclasificado del Ministerio de la Defensa estadounidense afirma que "sus raíces se remontan a los rangos de la D2 y los días más sangrientos de inicios de la década de los 80, cuando la D2 realizó ejecuciones extrajudiciales"?

6. Durante el período en que se cometieron estos crímenes de guerra, ¿se escondió detrás del nombre falso de Tito Arias?

7. Una década después, en 1992, cuando usted fue director de la División de Inteligencia Militar, D2, ¿ordenó la desaparición forzada del prisionero de guerra Efraín Bámaca Velásquez?

8. ¿Cuánto pagó por el silencio de quienes nunca le hicieran estas preguntas durante la campaña electorales 2007?

Pérez Molina tiene dos opciones: puede contestar ahora o puede seguir evadiéndolas hasta que un día, dentro de 30 o 40 años, cuando ya no sea "el general de la mano dura" sino un anciano que babea y camina encorvado, llame a su puerta un agente de la Policía con una orden de aprehensión en la mano en la cual figuren las palabras "genocidio", "tortura" y "desaparición forzada".

Porque el ser humano tiene poca memoria, más no la Historia, y cuando la Historia lo alcance, deberá responder esas preguntas, no ante la prensa, sino ante un tribunal.